In the house again


   Dentro de la casa hay un teatro. También hay túneles y una bomba a punto de estallar en un lugar desconocido. De pronto tengo la certeza: sé que la bomba está en el escenario. En ese mismo instante desaparezco y aparezco afuera de la casa. La veo desde una distancia de una cuadra. En la parte superior, que supongo es un altillo, la pared desaparece ante mis ojos y veo sombras. Recuerdo súbitamente imágenes del altillo, desde diferentes ángulos. Comprendo que la clave está ahí y me aterroriza. 
   Hace cinco años caía agua de ese altillo, como una catarata, y parecía que toda la estructura iba a derrumbarse. En el zaguán tres ancianas muertas me esperaban y me decían amablemente que me fuera de allí, lo cual no consideré un consejo muy revelador. Ni siquiera inteligente.
   No hace mucho, la casa volaba. Era azul y estaba dividida en tres partes. Una de esas partes me correspondía. Misteriosamente un gato de angora gris y gordo entraba por la ventana y se instalaba en mi cama. Esa vez la casa tenía otro aspecto: era luminosa y aireada. Casi alegre. Lo raro fue cuando apareció un hombre gris, con el mismo gesto del gato de angora, que subió las escaleras prohibidas. Lo seguí y llegué al altillo. En el altillo había un baño que tenía una gran ventana abierta que daba al cielo. El hombre gris me aterrorizaba. Estaba siempre en silencio y aparecía y desaparecía misteriosamente. Del terror, quise escapar por la ventana, pero el hombre gris se encargó de hacerme saber que en realidad no tenía alas y lo que estaba por hacer era un suicidio.
    Cierta vez encontré el plano de la casa. Pude ver la ubicación de todas las innumerables habitaciones, los patios (internos y externos), los pasadizos secretos, el altillo, sótanos y demás. Indudablemente es un laberinto.

   La vez que maté a un hombre allí en defensa propia, pensé que la casa iba a desaparecer junto con él. Pero lo curioso es que sigue ahí, esperándome invisible con las puertas abiertas. 

                                                                                                                         Amanda Mandarina

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