Stop


Hay acontecimientos, situaciones trascendentes, personas que se cruzan en tu vida, la vida misma por momentos que hacen que uno se desarme, que uno se olvide de quien es. Se pierde el ritmo de los hábitos que cotidianamente dan la seguridad de una cierta linealidad que nos atraviesa. Se pierde la sonoridad cotidiana del propio nombre y de las palabras más comunes (esto es: más usadas) y las repetimos una y otra vez sin poder creer que algo tan absurdo sea tan normal. Remolacha, Irene, Dentífrico, Broche-de-la-ropa, Ducha, etc…
Todo está en el ritmo. Basta con detenerse. Y sumarle a la situación en Stop un poco de miedo, un poco de tedio, un poco de asombro, un poco de amor (el amor tiene mucho que ver con esto). Estos son los ingredientes de esta extraña receta. Receta que no sirve para nada. Receta teórica que es imposible de aplicar. Receta que escribo solo para entender el proceso de des-automatización del que sufro. Y del que está bueno sufrir, a veces. ¿Por qué?, No lo sé, sólo lo sospecho…pero creo que después de una des-automatización uno (si se salva y revierte la situación y vuelve al ritmo cotidiano de su vida) se revitaliza, se arma de nuevo pero mejor que antes. Resignifica. O tal vez no, y acá me pongo un poco mecanicista y comparo con un artefacto cualquiera del hogar, que cada vez que se rompe y se arregla, no se vivifica, sino que, por el contrario, se pone más viejo, más usado y finalmente hay que tirarlo a la basura. Pero no seamos fatalistas. No somos artefactos. Pensemos que nos vivificamos. Seamos un poco más dionisíacos. (No tengo ganas de explicar porqué Dionisíacos, pero no tiene nada que ver con el vino...). Somos parecidos a los dioses, por eso nos vivificamos. J


Comentarios

  1. En 5 le empiezo el homenaje a Dionisio, con birra porque vino no hay, pero si lo vamos a homenajear con la fiesta de la vida, como se debe.....Dicho sea de paso, lo de las palabras me pas seguido como: cuchillo, cu-chi-llo- cu-cu-chillo y cosas así je. Saludos Ire.

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  2. Comentarios! no lo puedo creer! jajaja Qué bueno, Diana, brindá por mi...capaz el finde te veo y brindamos en la vida real. Beso!

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