Felicidad, Infelicidad (Fragmento)

" (...) En esta habitación trivial, sin lazo alguno con el pasado ni con el porvenir (y por esta razón se es más uno mismo), en medio de un día o de una noche cualquiera, ocurre este milagro de repente, esa gracia que a veces desciende: no un instante de felicidad, pues la felicidad no se cuenta por instantes, sino la conciencia  repentina de que la dicha habita en nosotros. Los objetos que componen la vida, dispuesta de pronto con un orden distinto, vuelven hacia nosotros su rostro lleno de sol. Arrebato del espíritu y de los sentidos (Baudelaire no se equivocaba), levitación durante la cual el alma flota como en una nube de oro. Del mismo modo que, cuando vamos en avión, las formidables nubes, bajo las cuales se ahoga la tierra, se convierten, por debajo de nosotros, en deslumbrantes glaciares blancos y azules. Felicidad pura que, en otros momentos, podría ser pura desgracia. Bastaría con que los mismos elementos volvieran hacia nosotros su faz sombría. En ambos casos, hay plenitud, pero la de la felicidad es solar(...)"


(Marguerite Yourcenar, Una vuelta por mi cárcel)

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