Sintética anécdota con moraleja implícita de una persona que fue y volvió

Una vez conocí a una persona que deseaba ser transparente y deseaba ser transparente, y cuando quiso acordar ¡horror!: lo logró.

Al principio no lo podía creer, se paraba adelante de las demás personas y hacía todo lo posible por llamar la atención: levantaba los brazos, los movía, bailaba, se vestía de rojo...pero nada, nadie la veía a la persona. Nadie.

Al tiempo se empezó a lamentar y a arrepentirse, pero prácticamente no había vuelta atrás. O por lo menos no la encontraba. Se mataba pensando como volver a la normalidad. Y lloraba y lloraba porque había pasado a sentirse como una pelusa que anda por los aires y que a nadie le importa.

Su fucking deseo vuelto realidad. Qué ironía. "¿En que piensa uno cuando desea cosas?" se decía a si misma porque no podía decírselo a nadie más.

Estaba tan triste que sus ojos se convirtieron en dos espeluznantes puñaladas, y cuando lloraba las lágrimas eran de sangre. Daba miedo verla a la persona, pero lo que nadie la veía (ni siquiera podía verse a sí misma en el espejo), en realidad, no daba ni miedo.

Lo peor de todo es que necesariamente se había vuelto inmortal ¿cómo puede morir alguien impalpable?. No estaba viva ni muerta la persona. Era todo un problema porque estar entre dos absolutos, Vida y Muerte en este caso (y no sé si habrá muchos casos más de absolutos...) debe ser lo más aburrido e insoportable del mundo. Qué deseo de mierda que se le había ocurrido, hubiese sido más satisfactorio desear morir.

Finalmente, de tanto pensar y pensar, (ya que no podía hacer otra cosa y tenía demasiado tiempo disponible para hacer esas cosas que no podía hacer), se acordó que se había pasado mucho tiempo cuando estaba viva del todo cantando una y otra vez la parte de una canción que dice:

♫"haceme transparente, 
    decíme por dónde es, 
    los huecos de la mente 
    confunden al andar..." ♫

Así fue como descubrió que la solución debía estar a la vuelta de la esquina. Si su deseo se había cumplido por la repetición de una fórmula acompañada por grandes dosis de convencimiento y voluntad, probablemente se sanaría de la misma manera.
Empezó a desear ser visible otra vez, y aunque parezca algo muy simple, no lo fue para la persona. Con grandes esfuerzos empezó a hacer su vida normal: volvió a algunas rutinas, a frecuentar lugares que antes frecuentaba y lugares nuevos... para no explayarme demasiado resumo: empezó a simular que vivía. Y aunque parezca mentira, lo hacía con tantas ganas de vivir realmente que de a poco empezó  a ser palpable, visible, acariciable, a veces despreciable, amigable, sociable, imborrable como cualquier otra persona del mundo.

FIN



Comentarios

  1. genial y el tema re copado!!


    y...q difícil volver de la transparencia... en q nos ponen otros también, no?

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  2. suena a bardo y nada q ver espero q no flashies eso... :S
    :)



    cuando lo volví a leer me dio esa sensación,jajaja

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  3. te juro que no lo sentí como bardo para nada... Sí, es cierto, otros también contribuyen a la transparencia de uno, por eso, tal vez, es tan difícil volver jajaja

    Gracias por los coments :)

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