Imaginemos….



….dos chicas iguales, que aparentemente se quieren y tienen una buena relación. Pero se acuchillan por la espalda. Una es más buena que la otra, pero quiere acuchillar a la otra sólo por venganza. Todo esto sucede en una casa muy grande. En uno de los dormitorios hay un bebé pequeño e inocente. Es el hijo de la chica más buena (la otra es igual…salvo que mala….). La casa se derrumba. Entran periodistas. Entra un grupo de gente rara. La casa es invadida de tanta gente rara. La situación se le va de las manos a todo el mundo. Tienen que salir corriendo de la casa. Escapando. La chica buena cuidándose la espalda y su bebé. Los periodistas eran como moscas. El novio de las chicas (o de la chica, esto no está muy claro…tal vez es como el caso de “Jem and the hollograms”) está en otra habitación, sacando fotos pornográficas para una revista pornográfica y ella lo descubre en ese momento. Carnicería psicológica. Angustia. Desgarro emocional. No hay salida. Quiere salir y no encuentra la puerta, la casa es laberíntica. Sale por una puerta y vuelve al mismo lugar pero visto desde arriba.
Ahora estamos afuera de la casa de las dos chicas iguales, la chica buena escapa con una periodista que se vuelve de su lado, ella tiene una pistola y es muy inteligente y rápida. Física e intelectualmente. A la chica mala la dejaron muerta boca abajo, de un cuchillazo en la espalda (vendetta). Los otros periodistas las persiguen, resulta que no son periodistas, son tipos disfrazados de periodistas que quieren el monopolio de la verdad. Uno de ellos les pega un tiro, la chica buena teme por el bebé, cree un segundo en dios, y la bala se desvía y cae sobre un edificio lejano que explota. La periodista inteligente, la chica buena y el bebé se tiran al río, caen cerca de la costa. Se salvan. Son felices para siempre. 



Comentarios