Loverman

Estaba en una casa en donde habitaba un demonio medio vampiro y afantasmado sediento de sangre . Había mucha gente en la casa, adolescentes, jóvenes, curiosos y atormentados (pero más que nada curiosos). Las mujeres hermosas lo invocaban con camafeos púrpuras con forma de corazón. Yo tenía miedo como todos los demás, pero tenía la necesidad de observar la escena.
Me lo encontré cuando iba al baño, único momento en que estuve sola. Me miró fijamente, me sonrió amablemente con complicidad y desapareció. En sólo esos segundos, a través de sus ojos pude ver su alma entera.
Yo era inmune a su maldad. Me dí cuenta de que él había sido un ser humano de mi estilo, o lo que es igual, que yo estaba destinada a ser un demonio igual que él después de morir. Entonces, la oscuridad y la "maldad" se volvieron algo claro y cotidiano, el infierno otra ilusión...
Y estabamos predestinados,
era el fucking príncipe azul.



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