El amor



No entiendo por qué nos pasamos la vida idealizando el amor, esperando que llegue ESE amor, “la media naranja” “el príncipe azul”….si en realidad es algo tan terrenal, natural y cotidiano como tomar agua e ir al baño. Nos podemos enamorar de la próxima persona con la que nos topemos. Tantos debates sobre la existencia o no del amor a primera vista, si se da una sola vez en la vida, y ya que estamos, si la amistad entre el hombre y la mujer existe,  tan al santísimo botón. ¡Qué manera de perder el tiempo! Hoy le puedo discutir a muerte al que venga a decirme que uno solamente se puede enamorar una vez en la vida. Esa es la mentira, la incongruencia, más grande y falaz que he escuchado.
Mi niño de tres años está enamorado de una nena que conoció en la plaza. Y no es que yo me lo imagine. Desde que se conocieron andan de la mano para todos lados, hasta se tiran del tobogán juntos, y se pone muy triste cuando ella se va, o cuando va a la plaza y no está. De hecho si no está, no quiere jugar y me dice “ya va a venir”, y la espera melancólico. Es muy tierno. Hoy, una amiga de la niña le dijo que no iba a venir porque se había ido a pasear a otro lado, y mi niño se puso a llorar desconsoladamente. Me abrazaba y lloraba. Es increíble que le pase lo mismo que nos pasa a todos (los grandes) alguna que otra vez... Yo soy un testimonio viviente de que el amor llega y se va varias veces encarnado en la piel de diferentes personas, y muchas veces me han dicho “ah, pero vos porque en realidad no te enamoraste nunca” (…) me dan ganas de pegarle con una botella en la cabeza al que me responde algo así. Me considero una víctima del amor. También recuerdo que mi primer amor fue a los 3 años (sí, lo recuerdo), mi vecino Mario, que era más grande que yo (6 años) y no me daba bola. Me había adoptado como su amiguita. Éramos muchos niños los del barrio, todos más grandes, todos varones y yo. Mi mamá me contó que una vez lo corrí por la vereda hasta su casa diciéndole “vos SOS mi novio” y el chico no quería saber nada, su novia era una chica grande (también de 6) que vivía enfrente a mi casa. Las veces que conté esto me trataron de mentirosa, y hasta llegué a dudarlo, pero hoy que veo a mi hijo pasar por una situación parecida a la misma edad, puedo  confiar en que fue real. Entonces, es verdad que "el amor no tiene edad", y agrego: es lo más natural del mundo. Eso que uno a veces cree que es una obsesión…que uno le busca la quinta pata al gato para encontrar la causa porque no entiende que le pasa, y piensa que tiene que empezar a hacer terapia urgente ....bueno, no se preocupe, señor, a todo ser humano le pasa lo mismo, no es nada grave. Uno puede tener muchos mecanismos de defensa, tener el corazón roto, no querer saber nada “de complicaciones”, ni querer “sufrir lo que ya sufrí”, y ese tipo de cosas, pero el amor llega igual, se lo espere o no se lo espere, se lo anhele o no se lo anhele. Y francamente uno no elige de quien enamorarse, así que al cliché de Cupido con la flechita no lo voy a cuestionar.  
Pero retomando lo del amor por única vez en la vida, creo que era una teoría sin ningún fundamento que durante una época sirvió socialmente, es decir, las personas se casaban y chau picho, no había divorcio, separarse era una aberración moral, así que a la gente no le quedaba otra que consolarse pensando que al lado tenían al Amor con mayúsculas. Pero hoy en día, que sigamos sosteniendo esa teoría con uñas y dientes ya no tiene ningún sentido.
Para terminar les dejo un fragmento que me encanta de “El banquete o del amor” de Platón, un mito del que seguramente proviene la idea de la “media naranja”, en boca de uno de sus personajes, Aristófanes: 

»En otro tiempo la naturaleza humana era muy diferente de lo que es hoy. Primero había tres clases de hombres: los dos sexos que hoy existen, y uno tercero compuesto de estos dos, el cual ha desaparecido conservándose sólo el nombre. Este animal formaba una especie particular, y se llamaba andrógino, porque reunía el sexo masculino y el femenino; pero ya no existe y su nombre está en descrédito. En segundo lugar, todos los hombres tenían formas redondas, la espalda y los costados colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías, unidas a un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza, que reunía estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos de la generación, y todo lo demás en esta misma proporción. Marchaban rectos como nosotros, y sin tener necesidad de volverse para tomar el camino que querían. Cuando deseaban caminar ligeros, se apoyaban sucesivamente sobre sus ocho miembros, y avanzaban con rapidez mediante un movimiento circular, como los que hacen la rueda con los pies al aire. La diferencia, que se encuentra entre estas tres especies de hombres, nace de la que hay entre sus principios. El sol produce el sexo masculino, la tierra el femenino, y la luna el compuesto de ambos, que participa de la tierra y del sol. De estos principios recibieron su forma y su manera de moverse, que es esférica. Los cuerpos eran robustos y vigorosos y de corazón animoso, y por esto concibieron la atrevida idea de escalar el cielo, y combatir con los dioses (...) En fin, después de largas reflexiones, Júpiter se expresó en estos términos: (...). Los separaré en dos; así se harán débiles y tendremos otra ventaja, que será la de aumentar el número de los que nos sirvan; marcharán rectos sosteniéndose en dos piernas sólo, y si después de este castigo conservan su impía audacia y no quieren permanecer en reposo, los dividiré de nuevo, y se verán precisados a marchar sobre un solo pié, como los que bailan sobre odres en la fiesta de Caco. Después de esta declaración, el dios hizo la separación que acababa de resolver, y la hizo lo mismo que cuando se cortan huevos para salarlos, o como cuando con un cabello se los divide en dos partes iguales. En seguida mandó a Apolo que curase las heridas y colocase el semblante y la mitad del cuello del lado donde se había hecho la separación, a fin de que la vista de este castigo los hiciese más modestos. Apolo puso el semblante del lado indicado, y reuniendo los cortes de la piel sobre lo que hoy se llama vientre, los cosió a manera de una bolsa que se cierra, no dejando más que una abertura en el centro, que se llama ombligo. En cuanto a los otros pliegues, que eran numerosos, los pulió, y arregló el pecho con un instrumento semejante a aquel de que se sirven los zapateros para suavizar la piel de los zapatos sobre la horma, y sólo dejó algunos pliegues sobre el vientre y el ombligo, como en recuerdo del antiguo castigo. Hecha esta división, cada mitad hacia esfuerzos para encontrar la otra mitad de que había sido separada; y cuando se encontraban ambas, se abrazaban y se unían, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad, con un ardor tal, que abrazadas perecían de hambre e inacción, no queriendo hacer nada la una sin la otra. Cuando la una de las dos mitades perecía, la que sobrevivía buscaba otra, a la que se unía de nuevo, ya fuese la mitad de una mujer entera, lo que ahora llamamos una mujer, ya fuese una mitad de hombre; y de esta manera la raza iba extinguiéndose. Júpiter, movido a compasión, imagina otro expediente: pone delante los órganos de la generación, por que antes estaban detrás, y se concebía y se derramaba el semen, no el uno en el otro, sino en tierra como las cigarras. Júpiter puso los órganos en la parte anterior y de esta manera la concepción se hace mediante la unión del varón y la hembra. Entonces, si se verificaba la unión del hombre y la mujer, el fruto de la misma eran los hijos; y si el varón se unía al varón, la saciedad los separaba bien pronto y los restituía a sus trabajos y demás cuidados de la vida. De aquí procede el amor que tenemos naturalmente los unos a los otros; él nos recuerda nuestra naturaleza primitiva y hace esfuerzos para reunir las dos mitades y para restablecernos en nuestra antigua perfección. Cada uno de nosotros no es más que una mitad de hombre, que ha sido separada de su todo, como se divide una hoja en dos. Estas mitades buscan siempre sus mitades.”


^^

Comentarios

  1. Tiene mucho este post. Coincido 100%.
    Tu nene es un corazón y es así, nos enamoramos desde muy chiquitos y hasta muy viejitos.
    Y aunque ya comprobé que el amor toca la puerta varias veces, por ahora no quiero pensar en separarme de la mitad que encontré!

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