La sonrisa


Cuando era chica odiaba “Chiquititas”, odiaba a la “Barbie” porque sonreía todo el tiempo, y en mis juegos pasaban cosas, las muñecas no podían estar sonrientes todo el tiempo,  había momentos dramáticos…mi compañera de muñecas era mi hermana. Nadie más jugaba como yo, a mi estilo “narrativo”. En mis juegos pasaban cosas, había conflictos, resoluciones, escenografía armada con cajas de cartón, ropa de muñecas hecha por mí, los zapatos eran autos, les pintaba el pelo, las maquillaba. Además jugábamos en diferentes lugares: en el dormitorio, en el auto, arriba de un árbol, y cada lugar era un planeta distinto con su respectivo nombre. Eran de otra marca más berreta, pero eran serias, y eso era fundamental, porque con la imaginación podes ver una cara sonriente aunque no muestre los dientes.
Hasta el día de hoy algo me pasa con la sonrisa,(con mi sonrisa, con la de los demás está todo bien) no me gusta salir sonriendo con dientes en las fotos, por ejemplo (también detesto hacer palmas, ni puedo cantar el himno, no por una cuestión ideológica, simplente no puedo, no me sale la voz, ni puedo mover los labios…hasta hace unos años me costaba aplaudir al final de un espectáculo…y todo por no jugar con Barbies. ?).


Comentarios

  1. A mi me cuesta mucho festejar un cumpleaños. El que sea. No me gusta que me canten "que los cumplas feliz"...
    Es muy loco para mi leer esto.
    Igual considero que son cosas que se deben trabajar emocionalmente.

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  2. Sí, seguramente habría que trabajarlo. Ni idea como..
    el momento del "feliz cumpleaños" es re incómodo, te entiendo.

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