Todos somos los elegidos...


Todos somos los elegidos de nuestras propias conciencias.

Que la tristeza no me ponga fea y quebradiza le pido a un ruiseñor que pasa volando y es amarillo.

Y el amor salva y crea, es una de las únicas cosas que realmente existen. Y por si no lo saben, las cosas que realmente existen tienden a ascender por el Universo hasta quien sabe donde, pasando por Balcarce, entre nubes y líneas que se cruzan.

Buenos Aires se pierde en el espacio…y todas las capitales. Los edificios y los autos. Celulares y paraguas.

¿Y donde están todos? ¿Dónde estamos?. En la oscuridad total disfrazada de energía. Tendríamos que convertirnos en murciélagos para manejarnos medianamente libres por acá.
 –La mente lo puede todo-
 … tal vez sí…

¡Pero acá tengo un manojo de esperanzas! ¡Las quiero esparcir por todas las personas, gatos y perros!
 El mundo cambiaría de aliento, y se reiría más fuerte.

Comentarios