Un castillo.



Era de noche. Mis compañeros y yo estábamos en la planta alta de un castillo en donde había muchas personas enloquecidas. Parecía una guerra. Parecía el infierno. Para poder cumplir con nuestra misión teníamos que atravesar una sala y bajar por la escalera, pero en la escalera había un hombre con un pantalón y sin remera, con la mirada sacada totalmente que escupía fuego por la boca. Su intención era quemar y matar a quien pasara por ahí. Se divertía mucho haciendo eso.
Milagrosamente logramos evadir su fuego y bajamos. Llegamos a la antesala en donde había un mostrador. Se hacía de día. 
Pedí en el mostrador mi juego de llaves.
Con la luz del día toda esa gente enloquecida se calmaba, o se dormía. El caso del tipo que escupía fuego era un poco diferente: se convertía en una viejita indefensa con mucho miedo a la que había que ayudar porque su locura la atormentaba. Yo hablaba con ella tratando de calmar su pena,  pero el resto de mis compañeros quería aprovechar y matarla en ese momento. Yo sabía que esa no era la solución. El tipo/viejita estaba enfermo/a, en todo caso había que ayudarlo/a.  Fue entonces cuando me di cuenta de que yo tenía un manojo de llaves para salir y entrar al castillo cuando quisiera y que mis compañeros no, y de que el castillo era un lugar de encierro para personas enfermas que se encontraba en mi alma.
FIN.

Comentarios

  1. tienes un alma con enfermos o un alma enferma ?XD... jaja...

    me imagine al tipo con pantalones de campana asi re hipie escupiendo adukenes de fuego.... jajajaja... una masa... re caotico el castillo XD

    jajaja
    beso

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